Tras una etapa escolar sin problemas, Maeva decidió cursar un primer año de medicina con vistas a convertirse en fisioterapeuta. Fue durante sus estudios cuando empezó a interesarse por el yoga, y al mismo tiempo descubrió el acroyoga, cuya dimensión colectiva la inspiró.
En 2020 le diagnosticaron cáncer. Su cuerpo emocional está agitado, su cuerpo está cansado y su mente no responde. El yoga la devuelve a la vida a través de la meditación, reconectando con sus sensaciones físicas y la naturaleza…
Naturalmente, mientras trabajaba como fisioterapeuta, se apuntó a un curso de Vinyasa de 200h con Alquimia Orgánica y luego pasó a hacer el de 300h.
Tras dos viajes a la India, Maeva se graduó en nuestra escuela de Alquimia Orgánica con más de 500 horas. Tras varios años de experiencia como fisioterapeuta, decidió enseñar, compartir y transmitir su profesión en escuelas de fisioterapia y también enseñar anatomía en escuelas de yoga.